domingo, 8 de febrero de 2015

La Alegría De Compartir El Matrimonio - David & Sandra


Setenta veces siete dice el evangelio de no sé quién, pero lo cierto es que fue lo que se vino a mi mente para hablar del amor que hoy vi irradiar en los rostros y ojos de Sandra y David, éste último un muy buen amigo mío... Y se me vino a la mente ello porque según la fe católica el siete representa a la perfección, y debo decir que fue un matrimonio realmente excelente, muy hermoso, aunque para mí, llena de muchísimas reflexiones, las que quisiera mencionar algunas…

La primera cosa es que David, es un sujeto muy peculiar, un tío muy alegre… Hace varios años compartimos horarios en un determinado lugar, dizque eran horarios laborales, pero en sí realizábamos apoyos en determinadas cosas, mientras encontrábamos algo mejor… Creo que yo me reía muchísimo en aquel entonces, mucho más de lo que apoyaba, aunque a veces renegaba por donde ni el diablo quería pasar, solía andar con el hígado en las manos, hasta que un día él me dijo -algo así-: “Para qué reniegas tanto, te puedes morir de tanto renegar, y si te vas a morir que sea riendo, porque así habrás disfrutado más de tu vida”… y desde aquel entonces, ya no ando con el hígado en las manos, he ido mejorando constantemente esa manía mía de dejarme llevar por las hormonas higativas…

Hace poco me llamó y me dijo: “Oe, hermano, ¡me caso!… y me gustaría contar con tu presencia, será algo pequeño y sencillo, casi familiar, pero me gustaría que tú estuvieras ahí… ¿Cuándo te puedo llevar el parte?"… Yo salía de viaje ese día y regresaba una semana después, aunque había posibilidades de que fuera antes; pero uno de esos días después lo envió con el papá, quien al final no lo dejó, sólo recogió a PARIDO (mi libro) que había dejado para su hijo… Una semana después regresé y me llamó, diciendo que estaba cerca y si podía pasar a dejarme el parte, pues, pasó, me dejó el parte y fuimos a tomar algo, pasamos toda una tarde riendo un poco, ¿un poco?, nada, hasta más no poder… Realmente estar reunido con él es para pasarse riendo hasta de tonterías y medias bien completas… Y fue así que me comprometí completamente a asistir a su matrimonio, pues, casi no lo he visto en muchos años, a veces, decíamos que ya nos vemos… y al final uno de los dos no podía… de ese modo, al ver ese especial cariño conservado a pesar de los años casi silenciosos, fue que tuve muchos ánimos de compartir este día con él…

Pues, así, llegó ese día y me pasé contando las horas con él, ya que conversaba por la red mientras iba leyendo un poco… y como soy un tipo de salir muchísimo de casa, pues, se aproximaban las 15 horas mientras terminaba de leer un libro, y ya se me venía la flojera de tener que usar saco para el matrimonio, sobre todo por el verano; entonces, mientras esperaba la hora de alistarme me dispuse a empezar a leer otro libro, y como el libro estuvo entretenido me pasé un poquito… y salí de casa más allá del tiempo necesario para llegar a tiempo, por suerte mía el burro fue rápido y llegó a tiempo, bueno, a tiempo gracias a la demora de la ceremonia anterior, la que había tardado un poco más de lo normal… Pude saludarlo ahí, estaba con la mamá y estaba realmente contento, bueno, para mí ese momento mostraba el contento y también la molestia de la demora de la ceremonia anterior… Entonces, en vista que tenía tiempo me fui por cigarrillos, tuve el tiempo de fumarme uno, luego de saludar a un conocido que no veía hace mucho tiempo y que a David y a mí, hasta el día de hoy nos viene debiendo un Bembos, la que yo pensé que iba a haber en el matrimonio como pago de su deuda… 

Y así, me quedé esperando un rato para que empezara la ceremonia, en un momento David me dice que pase a la iglesia, y yo pues, le digo que todavía no, porque no quería arruinarle la fiesta; es decir, no quería que por mi culpa la iglesia se cayera a pedazos antes de que ellos pudieran dar su consentimiento, antes de que estuvieran sacramental y legalmente casados… Al rato comunicaron que la ceremonia iba a empezar, entonces, tocó ingresar, por gracia divina el templo no se cayó… Él ingreso de brazos de su madre, muy feliz, realmente feliz, luego llegó la novia del brazo de su padre, estaba nerviosa, eso es lo que yo apreciaba, salvo que haya estado cansada de estar dando vueltas porque eso de esperar varios minutos de minutos para tu ceremonia es una vaina… En fin, ella ingresó, la ceremonia empezó y la alegría que había en el rostro de David, era sorprendente, no puedo decir en el de Sandra, porque ella estaba al lado que yo estaba y sólo podía mirar su cabeza y peinado, no la expresión de su rostro, en cambio, a David sí podía mirar, las tantas veces que se volteaba a mirar a su casi esposa y, luego del consentimiento, ya esposa… En ese momento me decía: Este hombre está enfermo, realmente enfermo, pero enfermo de amor, porque hay que tener tanta enfermedad de amor para poder estar mirando a cada rato a la esposa con la felicidad más grande del mundo, pero hasta ahí sólo eran especulaciones mías sobre su enfermedad de amor, -ya que lo normal es que la gente esté enamorada, pero no enfermamente enamorada, y al ver el rostro de David recordaba nuevamente aquellas palabras de un filósofo español cuando le pregunté: “¿Qué es el amor para ti?”… y él me respondió: “¡Obsesionarse con hacer feliz a la otra persona!”… y eso era lo que veía en David, iba más allá de lo normal… y no creo hablar de más, no me gustaría hacerlo, pero eso fue lo que yo vi en él,- él estaba enfermo de amor…

Luego, terminada la ceremonia del matrimonio sacramental, como eran tanta la felicidad de este gran amigo, y además de la hermandad que compartíamos en la amistad, decidí tomarme una foto con ellos para el recuerdo, aparte de tomar algunas fotos que ya había tomado a ellos para poder escribir todo esto… A mí no me gusta estar tomándome fotos, considero que el tomarse una foto es para inmortalizar algún momento, es una foto y listo, suficiente… pero eso sí, me encanta tomar fotos a la naturaleza y las cosas cuando encierran un detalle muy hermoso o interesante… 

En fin, luego tocaba el matrimonio legal, el local al principio parecía súperpequeño, pero luego de que las personas se acomodaron bien, el lugar era suficiente, terminado los términos legales vino el baile y toda la belleza de la celebración festiva… y yo seguí los protocolos y no porque me gustaran, sino porque era un amigo muy especial, ya que si hubiese sido otro matrimonio ni me acercaba a las fotos… y no es por soberbia, simplemente porque no me gustan, y además de que no me gustan no me da la gana y como no me gusta hacer algo sin que me dé la gana, no lo hago… En fin, fue realmente hermoso poder compartir con ellos este día… Yo les deseo lo mejor, y por eso compartí en cada segundo que estuve ahí, enormemente su alegría y felicidad… y lo seguiré haciendo… Espero que pronto le pueda pedir permiso a la esposa para reunirnos… mentira, la esposa me autorizó reunirme más con él… ¡Qué bondadosa!... y yo que pensaba que tenía que andar pidiendo permiso… 

Bueno, hasta aquí es toda la belleza del haber disfrutado compartir con él la alegría de su unión matrimonial con Sandra… Ahora viene lo complicado… lo que pude reflexionar de este día, bueno, algunas cosas…

Primero: La gente a veces suele asistir a compartir la alegría de la dicha de la unión matrimonial por asistir, aunque claro que tienen la intención de poder compartir con ellos este gran día; pero, lo viven tan pobremente que no se dan cuenta que terminan faltando el respeto a esa dicha que tienen de ser predilectos de estas personas para poder compartir con ellos un día maravilloso, un día glorioso… digo esto porque en él momento más importante –para ellos y otros- en el matrimonio sacramental, la consagración -aparte del consentimiento- había unas viejas cucufatas hablando no sé qué tonterías, yo escuchaba claramente los murmullos… estaba casi al costado de ellas… y en ese momento pensé qué hipócritas que son, pero luego de ver cómo otras partes de la ceremonia lo vivían bien, me dije: ¡Qué tal ignorantes!... y fue así, por esta razón que comprendí el por qué no supieron valorar el momento de la consagración como uno de los momentos más importantes para los nuevos esposos, y como no sabían del valor de ello, pues, se pusieron a estar como viejas cucufatas… chismeando un poco… Porque si tú sabes que determinado momento es realmente importante para alguien, lo más que haces por educación, respeto o tolerancia o como quieras llamarlo, es guardar las corduras necesarias para que la persona pueda tener algo más hermoso… por eso digo que es realmente importante preguntar o investigar de la importancia de determinadas ceremonias para aquellas personas que son tu familia o amigos… 

Segundo: Casi al final y después de varias solicitudes, tuve que decir que había caído tan bajo que estaba de fotógrafo… No es que no me guste tomar fotos, me encanta, ahí tomé como 20 entre algunas partes de la ceremonia y otros pequeños detalles, pero lo que detesto es ese afán desesperado por querer que una fotografía haga la magia del Photoshop… y por andar en ese afán fotográfico la gente suele descuidar de la importante razón de estar en un matrimonio, ese que es compartir y gozar de la dicha y felicidad de los nuevos esposos, de sentirse felices y atentos de la belleza de toda ceremonia o rito o momento… y olvidarse por algún momento de ese egocentrismo o pobre vanidad caprichosa que suele ser un gravísimo reflejo de lo que se lleva en la mente… un poco más y me dan ganas de leer para espantar todo afán de solicitud fotográfica… porque si me piden algo, casi nunca digo no, salvo muy raras veces…

Y… Tercero: No todo es malo, por eso, quiero cerrar con broche de oro, el momento más emocionante es cuando les tocó hablar a los nuevos esposos –aunque los maestros de ceremonia siempre tienen la mala manía de decir los novios-, primero habló Sandra, fue muy directa y sencilla y además de agradecer a todos de manera grupal-personalizada, solicitó que recen por ellos para que su amor siga creciendo cada día… Después, tocó a David, quien no dejó de hacer reír a todos con sus ocurrencias, es una maestro para hacer bromas –como diría el Chavo- “sin querer queriendo”, pero, de todo ello me gustó que preparó algo simple y pequeño para su esposa, pero lleno de amor, se convirtió en todo un poeta, realmente irradió amor desde la voz hasta los poros… -aunque claro, el beso que le dio en la ceremonia religiosa fue realmente de un tipo infinitamente enamorado, porque le dio un beso como si fuera el último… tanto que los besos de películas o los apasionados quedaron en el tacho de basura… - y por esta razón es que dije que David está realmente enfermo de amor… y ahora sólo queda desearles lo mejor y que ese siete de febrero (aunque yo siempre pensé que era enero, mi subconsciente me lo juraba así) sea el hito de una nueva vida, porque como le puse en el cuadro que no debió firmarse: “El matrimonio es un suicidio personal necesario para poder vivir una vida colectiva, un nosotros”… -algo así creo que puse, ya no recuerdo, el sueño me vence… pero en pocas palabras: Me alegra de haber compartido con ellos este día… ¡Gracias Totales!



Tú estás sentado y ves que él le dice a ella todo su amor
y ella también le confiesa lo mismo a él… y ves ¡el amor en su máxima expresión!…




Tú eres sólo un espectador, pero si abres los ojos del alma
podrás ver que los aros no sólo son algo que llevan en el dedo, lo llevan en su amar…



Tú puedes creer o no, pero ver que ellos están ahí confiándose a Dios
en un sacramento de amor, hace que tú aprendas el valor del respeto…



Tú sólo ves cómo ellos se pueden estar condenando al firmarlo,
ellos están derramando su sangre, porque es un pacto a muerte, es un pacto de amor…


Tú quieres gritar que has aprendido que un contrato puede ser peligroso
pero al verlos te das cuenta que ése contrato de amor, es el más beneficioso…


Tú puedes ver sólo una postura para la foto y hasta que estorba, pero no…
ha sido una invitación silenciosa para mostrarte la adoración al amor…



Tú puedes ver que no miran al mismo rumbo, pero eso no es cierto,
ellos están compartiendo con todos los que ahí estuvimos… pero ¡siempre unidos!…


Tú ves sólo puedes decir una cuestión legal más… una formalidad,
pero eso es mucho más que eso, es una confirmación de si lo hice espiritual también lo hago corporal…


Y finalmente tú, sólo puedes creer que lo mejor es el brindis…
pero no, lo mejor es embriagarse de la alegría de su amor, de ese amor que hoy se unió…

@Macv Chávez

2 comentarios:

  1. 7 de febrero loco! 7 de febrero :D

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    1. Te doy la razón, fue uno de los horrores que leía cuando leí lo escrito...
      PD: Pero no que en sí sea un error, he tenido un corto circuito en el cerebro, tanto así que mucho antes del matrimonio, cuando me avisó quedé jurando que era 7 de enero y otra vez más, quedó reflejado ese corto...

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