miércoles, 3 de septiembre de 2014

El Sistema De Transporte Es Un Medio De Manipulación Social

Por estos días me ha tocado cambiar a horarios comunes para entrar a trabajar, cosa que no es de mi total agrado porque tardo muchísimo más en el viaje de bus, entre la espera, subir lo más decente posible, aunque alguna vez toca subir como parte de una lata de sardinas gigante, y llegar al destino –viaje que no suelo sentir mucho cuando tengo un libro a mano o cuando estoy escribiendo alguna cosa, ya sea en un cuaderno o en el móvil; pero cuando no, cuando estoy como en una prensa, donde no puedo mover ni un centímetro ni para adelante ni para atrás, porque –como dirían los medios de comunicación- puedo ser ultrajador y también ultrajado, por lo que aprovecho para analizar el comportamiento mío y de los demás.

Mi comportamiento ante momentos así es de ganas de bajarme del bus y cogerme un taxi o esperar otro bus, pero en ambos casos es imposible, porque cogerme un taxi para venir a trabajar equivaldría a destinarle un día de mi trabajo al taxista y esperar otro bus equivaldría prácticamente lo mismo e incluso a una opción de despido por parte de la entidad contratante; así que no habiendo opciones, a veces, toca viajar de manera tan deplorable, que ni a los animales, que suelen terminar en los mercados y en cajas corrales, he visto llegar así; por el contrario, son más ordenados; pero, curiosamente, recordando mi último viaje (donde observé que la gente viajaba cómodamente y si veía el bus lleno, las personas no se adherían al cuerpo de otro; pienso que esta forma de viajar fundido al cuerpo de otro sólo lo he visto y vivido únicamente en Lima, pero imagino que en otras ciudades ocurrirá lo mismo en horarios donde las masas suelen moverse como que las hormigas, en largas filas pero nunca igual que ellas, quizás igual que en el gobierno de García; pero, habría que vivir una temporada en otros lados para poder opinar a ciencia cierta del movimiento público de otras zonas.

Por otro lado, el comportamiento de mucha gente imagino que debe ser similar a la mía; pero nunca falta esa minoría que hace que los viajes sean más incómodos de lo normal, como los que sí realizan tocamientos con premeditación y alevosía, también del exagerado o exagerada sin criterio que a veces hace drama de un pequeño roce a causa de algún movimiento intempestivo que realiza el bus ante la frenada inesperada, el que puede terminar en golpear a alguien con el saco, con un libro, con la mano, entre tantas cosas más que suelen pasar en un bus, donde el espacio de movimiento es limitado… Pero, el objeto de éste escrito no es hablar sobre las cosas que suelen suceder en el bus, sino es un pequeño análisis que realizaba éstos día, después de la conversación con una amiga. 

Resulta que ambos tomamos el mismo sistema de transporte, llamado popular y honoríficamente: Lentopolitano… y nos parecía curioso que para venir a trabajar tardamos muchísimo tiempo (esperando el bus y durante el recorrido), por lo cuál existen consecuencias llamadas: “Llego varios minutos tarde y luego en el trabajo”… Pero, cuando regresamos tardamos la tercera parte del tiempo que nos demanda el venir; entonces, ¿a qué se debe esta diferencia? Bueno, si buscamos justificantes podríamos encontrar de todo; por lo que habría que empezar a realizar un estudio sobre este sistema para poder determinar la respuesta real; pero, por lo pronto, yo tengo una hipótesis en mente… y básicamente se define en “El Sistema De Transporte Público Es Un Medio De Manipulación Social”, porque pienso que si el bus tarda mucho más para venir a trabajar, la persona estará preocupado por llegar temprano para que no le descuenten y para que tampoco la empresa tenga motivos de despedirlo sin pagarle todos sus derechos. Por lo que ese cerebro fresco será usado para preocuparse por las consecuencias que podría acarrear el llegar tarde, gastando desde ya –además del algún dinero extra- las buenas energías que podría usar para cosas más productivas, como el ponerse a pensar –y a actuar- en eso que es necesario, en asumir responsabilidades sociales, para lograr ese cambio que tanto anhela el país, que tanta falta hace al sistema de gobierno que cada día es más obsoleto y burrocrático, además de corrupto –como diría un enamorado- hasta los huesos o –como diría un borracho- hasta las trancas. Y si agregamos éste cansancio físico y mental, -que se sufre con el estrés, la cólera, la resignación y hasta la tristeza que produce la triste realidad del día a día,- el cansancio laboral, podremos observar que por la noche, muchos no quieren saber nada de nada, que sólo quieren llegar a casa a estar con la familia, a descansar o a hacer alguna cosa que les cause el placer de descansar de tanto trajín y demás –entrando en una burbuja personal, donde se olvidan de que como seres humanos estamos llamados a ser seres sociales, y que el ser seres sociales implica que también debemos preocuparnos por el bienestar de los otros, de nuestros prójimos, de esos que están próximos a nosotros porque pasan la misma o peores situaciones-. Por lo tanto, de resultar cierto esta hipótesis, podríamos encontrar una de las razones de la inactividad social, cultural y demás de un determinado grupo de la población; pero, mientras tanto, hay que seguir estudiando más, el comportamiento personal y social, para buscar vivir lo más humanamente posible.



@Macv Chávez

"Un Dulce Forma De Hablar de Política"

Después de haber tenido algunas series divagaciones con algunas personas conocidas, desconocidas, extrañas, raras, fenómenas y demás -d...