Estaba –donde el presidente de la
república [figuradamente]- realizando un análisis de la producción nacional
cuando de pronto escuché –en mi mente:- “¿Dime qué vas a ser cuando seas
grande?[1]”
Y, en ese momento, pensé en los jóvenes, en los que habían terminado los
estudios escolares –y también en los que están por terminar- recordando aquel
grito –aquel mismo grito que después de tanto martirio y deseo pude dar en el
último año de estudio escolar, dando acción de gracias a la institución educativa
por esa libertad que me concedía el deshacerse para siempre de estar sometido a
un régimen de aburrimiento e intercambio cultural nulo, es decir alegre por
haber culminado la primera etapa de adiestramiento cívico-militar-nacionalista
que te concede la educación básica, gracias al nivel de la educación estatal,
el que permite mostrar la triste realidad política sin necesidad de altos
estudios y- en cuyo final se decía: “No, no voy a verte más, no pensaré en ti;
me quitaste la ilusión, ya no lucho[2]”…
Y ahí empezaba a sentirme fatal, porque recordaba aquellas temporadas mías
cuando deslumbraba mis ojos ante los relatos de la clase de historia y
geografía –los que no recuerdo mucho, como para parecer reproductora, pero- los
que eran como una dosis de adrenalina para mi espíritu deseoso y ansioso de
cambiar el mundo… hasta que me tocó chocar, abatido y fatigado por y, con la
ilusión… tanto que cansado de tanta risa quise llorar en mi paso por algún
salón universitario –no de deportes- o por algún artículo o libro que descubría
y donde descifraba cómo había pasado 11 años de mi vida llenándome de mentiras
en algunos campos de la historia y hasta en mi formación social… En mi mente
resonaban unas nuevas melodías: “Porque yo no quiero trabajar, no quiero ir a
estudiar, quiero tocar la guitarra todo el día”[3]…
pero no, podía estar tocando la guitarra todo el día y, con la pena en mi cara
enseriada, cambié de señal musical: “Yo soy quien se dormía en las clases de
historia y aún me ven con mi propia manera de ser… Soy el niño que el amor
declaraba en forma de canciones, disfrazando por vergüenza… Soy un niño a pesar
de los treinta cumplidos… Sé bien que nunca daré lo que es mío, los recuerdos
con los que me crie… Siempre niño y al mirarme al espejo entendí que lo
importante es ser igual por dentro y luchar cada minuto para que no se
malgaste… Grande, no quiero hacerme grande”[4]…
Y había un rayo de esperanzas en mi sonrisa, porque analizaba esos momentos de
mi juventud revolucionaria y la de ahora… y no había cambiado en tanto tiempo,
seguía siendo el mismo, aunque evidentemente con muchas variaciones y miedos… De
este modo afianzaba en mí esa sonrisa con otro sonido en mi mente: Desde un
rincón de este planeta celestial la última guerra de los pueblos va a estallar…
atacan de todos lados mientras el mundo gira al revés… ¡Tenemos que defendernos!
Si no hay solución la huelga continúa… Si no hay solución la huelga continúa…
-y mientras me emocionada por la parte que vendría sonreír una vez más:- ¡Vamos
a empezar a ser historia!”[5]
Pues bien, ahora, vamos a hacer
historia de mis recuerdos adolescentes y educativos:
Recuerdo que alguna vez me
pintaban a ciertos personajes de nuestra nacionalidad como grandes hombres, grandes
personajes, héroes valerosos y sorprendentes y hombres de bien… y muchos de
ellos terminaron siendo un pincel de decepción como aquellos personajes
actuales que –quizás para muchos de ustedes no podría serlo y ellos podrían
hasta representarlos con la alegría de sus rostros; pero para mí no, porque
esos- son unos desgraciados que hacen que ese dicho popular –famoso por Antonio
Raimondi:- “El Perú es un mendigo en un banco de oro”, sea una triste realidad
que los señores políticos no supieron invertir -y entre ellos tenemos Alán
García en su desgraciador primer gobierno [digo desgraciador porque fue un
gobierno de desgracia más que democracia; y fue tan desgraciador que la
desgracia que nos dejó podríamos traducirlo en que ése desgraciado desgració a
vosotros desgraciados que votaron por él para que también nos desgraciara a
nosotros, los desgraciados, que empezábamos a entrar en los planes mentales de
nuestros padres] y gracias a que su gobierno fue desgraciador vino la esperanza
de un verdadero y “buen” político, un extranjeroperuano que levantó los ánimos
y también las faldas para instaurar su imperio gracias a que muchos ciudadanos
de ésta nación [que es una mina de oro para los políticos gracias a los que
votaron por él,] dejándose seducir como bellas dulcineas conquistadas por su
donjuán [aunque no fue tan desgraciado como el primero] porque al menos tuvo la
dicha de estabilizar un poquito [algo es algo dirían el viejo dicho de no sé
quién lo dijo pero lo dijo] al país después de tan gran desbalance que nos dejó
ése sujeto, al que si lo escuchas hablar y eres una mujer [indiferenciada o
común y corriente o del común denominador] terminas pidiéndole un hijo [como
decían muchas madres en la radio por aquel entonces, antes de su segunda
elección]… y si eres un hombre [indiferenciado] terminas o bien queriendo ser
gay o bien queriendo tenerlo como suegro o padrino… Pero, éste mesías políticos
sólo duró hasta que [quizás cansado de gobernar] quiso dar cumplimiento a su
fantasía hollywoodense dejando tirado al país y llevándose maletas [de quién
sabe exactamente qué] a uno de los países de los ciudadanos de ojos perezosos… mientras
el país se quedaba vacío para luego entrar a un proceso de transición que
terminó con la aparición del grito de la peruanidad, de la no discriminación,
de lo autóctono, de reconocer las raíces incaicos… y demás tonterías [y no lo
digo porque soy racista ni nada por el estilo, sino que me parece absurdo,
racista y clasista esto del uso de las terminaciones de blanco, negro, azul,
morado, lila, alto, bajo, gordo, delgado y demás usos regionalistas o
nacionalistas para mí sólo existe la persona humana y punto.]… Bien, con éste sujeto, no tengo ni idea de lo
que hizo pero que, sin embargo, durante y después de su gobierno estuvo inmerso
en escándalos vergonzosos [primero, su esposa y, después, la suegra y por eso,
cuídense de las suegras que elijan, más que de las novias]. Y, ni qué decir: ¿Qué
hizo por el Perú?… Yo no sé [diría el tan celebrado Cesar Vallejo, pero digo
yo: Nunca me enteré de nada… ya que no creo que haya hecho algo nada fuera de
lo que todos los demás políticos hicieron]… porque al final de todo, muestra de
la fabulosa gestión de este sujeto llamado Alejandro Toledo es que, el
desgraciado que nos llevó a la ruina en su primer gobierno volvió a salir
electo por ser considerado un mal menor… y otra vez la jodió… no hizo nada realmente
productivo, siempre todo pasajero, dibujado, maquillado, todo momentáneo y más
de más de nada importante… Y sé que hasta ahora tiene escándalos… y que también
sigue demostrando que es tan buen orador como tan igual como buen político…
milagrosamente no se le encuentran pruebas… ¿Pueden creer esto? Sí, porque de
ese modo aún sigue libre y además seguro -pienso- que su libertad está dada por
los favores que se tienen entre político [seguro que es esto o quizás porque la
ley, en el caso de los políticos, no se aplica, ya que ellos los crean para
oprimir al pueblo y dominarlos sometiéndoles bajo la triste realidad que asola
por el maravilloso trabajo de los gobiernos de la historia “independiente” de
las nación o quizás, simplemente, es por su grandiosa honradez y excelente,
magnífica y grandiosa brutalidad para gobernar o manejar un país; aunque claro,
hay algunas cuántas leyes que si fueron en beneficio de la población pero como
no se aplican como debería ser por la falta de una buena fiscalización… y por
todo esto creo y pido que si es que éste sujeto hizo algo bueno BUENO, me lo
hagan saber con urgencia, por favor, háganlo para salir de la ignorancia y
mediocridad; pero, ojo, es Bueno BUENO no algo que parece bueno; si es algo que
parece bueno… mejor no me lo hagan saber que les diré [como dice la canción que
uso para estos casos]:- “Te lo agradezco, pero no”[6]…
porque gracias a su fabulosa gestión y a que la población marginada y burlada
no confiaba en los políticos tradicionales [esos hijitos de familia que se les
ve la carita pulcra pero que no se ve el alma, más que cuando ya están en el
gobierno,] es que al final seguimos teniendo la realidad que tenemos… esa que
ahora se llama Ollanta Humala, porque gracias a éste sujeto es que en nuestra realidad política se dibujó por
primera vez en toda la historia [conocida por mí] de nuestra patria que existe
una mujer como presidenta [sin gozar de elección alguna mediante el sistema
demosgracias a los ciegos que nos eligen; perdón, es el sistema de la
democracia]… pero, aunque creo que las amas de casa no están de acuerdo con mi
posición de que estamos siendo gobernados por una mujer y por primera vez en nuestra historia, sin siquiera ser elegida…
digo que ellas, las amas de casa, no estarán de acuerdo con esta postura porque
ellas como conocedoras de los costes de los alimentos a diario, saben que
encontramos arduamente una serie de inestabilidad en los precio, que si tienes
la oportunidad de escuchar los chismes de mercado podrás saber que dicen: ¡Qué
caras se están poniendo las cosas!, ayer este costaba tanto y hoy… Y de ahí,
unas que otras se acuerdan hasta del árbol genealógico de algunos cuántos
políticos, encabezados por el primer damo: Ollanta Humala… Ahora, entienden por
qué las amas de casa seguro que piensan lo contrario; es decir, que en el
gobierno actual no es Nadine Heredia la que determina las cosas, sino Ollanta
Humala? Bien, no te lo diré… [-Y, ojo, con esta parte no quiere decir que tenga
algo en contra de que una mujer nos gobierne, al contrario a mí me gustaría ver
cómo sería el verdadero gobierno de una mujer, pero no como la clase de
políticos que hemos tenido a lo largo de nuestra historia sino una mujer en
todo el sentido de la palabra, una mujer fuera de serie.] Y si no lo entiendes,
ruego el favor de volver a leer desde se llama Ollanta Humala… y si así no
entiendes, ¡estás grave!… pero no te preocupes, no eres el único, yo tampoco
entiendo…
Y bien, seguro que, ahora,
andarás diciendo que en mi época escolar aún no me habían enseñado a ninguno de
estos desgraciados… Pues sí, tienes razón; creo que alguna vez el profesor de
historia se quejaba del gobierno de Alán y le tiraba flores a Fujimori mientras
su pareja profesoral, la profesora de geografía, invertía los tejos y
restregones... Pero de ahí a más, no recuerdo; además, por esas temporadas
juveniles, a mí me importaba un pito lo que hablaran de la política porque
simplemente pensaba que no servía para nada más que someter a la población a un
régimen de subordinados y marginados… la que, en pocas palabras, llamaría una
buena vocación para que, de una forma práctica y sencilla, volverse rico… En
fin, estos personajes jamás me defraudaron porque nunca me parecieron
interesantes; pero sólo los quería mencionar porque son los que intentan seguir
en el poder y no nos permiten crecer como país… En fin, los personajes a los
que realmente llegué a admirar como “personas” fueron el tipo valiente que se
tiró del moro por ese patriotismo –que ahora me parece una estupidez y, además,
creo en la supuesta versión chilena que [según mi recordado y “querido” último
profesor de historia] fue una jugada que le preparó el destino, porque éste
sujeto no sabía que ahí existía un barranco –bueno, algo así creo que era-… y
quizás alguno más que a estas alturas [por el hecho de tener una memoria
interesada] ya ni recuerdo… salvo de uno, que tiene que ver con lo que he
venido haciendo todo este tiempo para que tú, lector, pudieras entretener con
tus ojos el martirio de mi pobre y única neurona… ése sujeto es el famoso,
famosísimo poeta, Cesar Vallejo, al que lo había tenido en un pedestal de
admiración, e incluso después de leer con arduo sacrificio, y en transcurridos
viajes, un libro de las obras poéticas de él, comprado hace cinco años en una
librería que está en el ovalo Gutiérrez, mientras realizada un pequeño
ejercitar los pies por la zona; llegué a pensar que este poeta había sido el
poeta triste porque había visto la magnificencia del amor y lo amaba tanto que
le dolía ver la pobreza del amor que se iba acercando con la generación del
momento y que por eso decía “Hay golpes en la vida tan fuertes… como el odio de
Dios, que son las caídas hondas de los Cristos del alma”[7]
y bla, bla, bla… y resulta qué… que al día siguiente de pensar eso, el día 25
de marzo, más o menos a las diez de la mañana, si mal no recuerdo, mientras
interrumpía a un amigo –que estaba hablando con un amigo suyo sobre unas
cuestiones de historia que yo no entendía ni pío, porque yo era un ignorante en
la materia, lo único que recuerdo que hablaban de una cultura [que me atrae
mucho por el misterio que tienen para mis ojos las mujeres de los musulmanes… y
de seguro que cuando me toque leer el libro lo recordaré, en fin, lo interrumpía-
para saludarlo]; entonces ahí, este amigo mío, me volvió a presentar a un
sujeto cuyo nombre, en este momento, prefiero reservar, pero que cuando empezábamos a conversar se
convirtió rápidamente en el personaje que fue el causante de que esa mañana
reciba un brutal baldazo – qué baldazo, un océano, pero Artártico- de agua fría, fría, pero bien, bien, bien
fría, cuando apenas mencionaba que anoche por fin terminé de leer a Cesar
Vallejo, diciéndome: “¿Tú sabías que Cesar Vallejo ha sido un quejas, un tipo
que se paraba lamentando, pidiendo dinero, un falso?”... Yo, en ese momento, me
quedé sin palabras… y él continuaba: “Deberías leer la correspondencia completa
de Vallejo que es un libro que acaba de ser publicado”… De ahí no recuerdo más…
y yo, para eso, ya estaba perdido entre el décimo infierno, entre la melancolía
de ver como en cinco segundos moría aquel poeta que un día pensé que era un
gran ejemplo para un joven que desea ser y hacer historia… Ese día, viví un
lote de luto tremendo en mi interior a causa de ese gran dolor, aunque de por
sí no me gusta leer poesía porque me cuesta mucho y a veces un poco; pero Vallejo
para mí era un ejemplo y, además, era el segundo poema que había leído –en toda
mi vida hasta que descubrí que yo podía escribir- y del que siempre recordaba
un pequeño fragmento y más en esos tiempos que comenzaba a delirar con la
locura dizque poética… Y, por otra parte, me alegró mucho porque un día había
pensado -en mi absoluta brutalidad- que el poema “Los Heraldos Negros” era de
Neruda…y no se preocupen, fue lo único bueno que aprendí en el Congreso de la Repúbica,
en la presentación del libro Vallejos en los Infiernos, el miércoles 16 de
septiembre de 2009, gracias a una invitación que asistí en representación de un
jefe y buen amigo mío… –Creo que fue después de esto que decidí comprar las
obras completas de Vallejo, sí, ya recuerdo, fueron más o menos días después que
compré el libro Cesar Vallejo, Obras Poéticas, el que sólo había leído el mismo
día que lo compré y otros tres días más, para coger sueño en las noches de
insomnio… y no era porque me aburriera leer a Vallejo, sino porque en sí no me
gusta leer poesía, porque en ese entonces y hasta ahora –aunque ahora, menos que
antes, para mí–: Leer poesía era como si me hubiera comprado una toalla de
quince metros en vez de un babero, porque pensaba que era para babosos enamorados…
[Claro, como comprenderás nunca me compré baberos de quince metros para leer
poesía, al contrario me convertí en fabricante de babas, escribiendo dizque
poesía, digo dizque porque simplemente amo escribir y no tengo ni regla ni
menstruación, perdón, ni rima ni métrica ni nada por el estilo en la rima que
se arrima ni en la métrica que medica; es decir, escribo para el que quien
guste lo que gusta y para quien lo deguste como mejor lo prefiera y, también,
para quien no le guste, para quien de él disguste… por eso aún me cuesta mucho
leer poesía; pero, no por eso dejo de leer con agrado y alegría y con una
pasión que a veces ni se me nota, los escritos de algunas amigas y, por ahí,
uno que otro amigo o conocido; para lo que necesito tener un cierto aprecio o un
poco de interés para realizar una radiografía de la persona y de su forma de
escribir; pero, más allá no… y fue así que leí a Jaime Sabines, quien fue el otro
personaje que se encargó en destruir mi apreciación sobre la persona de Neruda,
de quien por sus poemas, pensé lo mismo que Vallejo pero sin la tristeza, sino
que era un hombre que vivía enamorado del amor… pero resultó siendo todo lo
contrario: “Cuando lo conocí no abrí la boca ni le entregué el ejemplar de
Horal y tampoco le dije que era poeta. Iba a conocer al poeta y me encontré con
un hombre demasiado preocupado por su imagen, su ego y la política.” – decía
Jaime Sabines en el relato de una entrevista. [Ya sé, Neruda es Chileno y no es
Peruano, pero ya que hablaba de mi decepción de Vallejo, también quise hablar
de Neruda porque fue el primer poema que leí, bueno no leí, escuché, escuchaba
y aún, de vez en cuando, escucho; pero ya no con esa misma pasión con la que lo
escuchaba cuando en aquel entonces –antes de enterarme de esto- solía hacerlo en
la voz de Alejandro Sanz: “Me gustas cuando callas porque estás como ausente”[8]…
y -que siempre pensé que terminaba:- me alegra porque no sea fiel… Éste final
que creía escuchar en la voz de Sanz era lo que más me encantaba del poema de
Neruda, una realidad innegable.]
En fin, así fue que iba en mi
cabeza diciendo: “Por qué perder las esperanzas de volver”[9]…
“con P de Patria, la E de Ejemplo, la R de Rifle, la U de Unión… -y gritar:- YO
TAMBIÉN ME LLAMO PERÚ”[10]…
En conclusión, no podemos dejar que esta corriente de decepción nos arrastre… Debemos,
como jóvenes y adultos, enseñar a la generación futura que existen ciertas
cosas que podrán decepcionarnos, simplemente, porque nuestro sistema aún es
deficiente y, por tanto, deben tener cuidado de no caer inconscientemente en la
mentalidad de dejarse llevar por estas decepciones que al final sirven para
manipular a la población, y es por eso, que aún no mejora la educación en el
país… Es tiempo de coger las enseñanzas y conocimientos pasadas y mejorarlas en
este futuro... para ser mejor persona, mejor país, mejor nación.
Y cómo dice la Película de Los
Simpsons: “Continuará”… de inmediato… pero claro… en este caso… cuando termine de
escribir lo que quiero decir… así que a esperar nomás!
[1] Cuando
Seas Grande – Miguel Mateos
[2] No
Voy A Verte Más - Líbido
[3] La
Guitarra – Los Auténticos Decadentes
[4]
Grande – Paolo Vallesi
[5] A
Ser Historia – Unión Cinema
[6] Te
Lo Agradezco, Pero No – Alejandro Sanz
[7]
Los Heraldos Negros – Cesar Vallejo
[8] Me
Gustas Cuando Callas – Pablo Neruda
[9]
Jipi Jay – Pepe Vásquez
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