Ayer un amigo me preguntaba –después
de contarme un acontecimiento vivido-: ¿Por qué hacen esto con el amor?; y hoy,
luego de cenar y conversar, un rato, con mi madre sobre lo que podía observar
en todas las series o producciones de porquería que pasaban en la televisión –para
ser exactos, América Televisión-, anexé ambas cosas a una única respuesta: El
amor se ha vuelto un producto de mercado publicitariamente sexual...
No quiero ahondar en grandes
conceptos, porque desde ayer ando en trabajos arqueológicos para descubrir los
misterios de mi habitación y aún me falta un 25% por sacar, mientras me voy
dando cuenta que cuando más vacía la tengo, es mejor, porque el vacío está
ordenado, y no como las grandes montañas de libros en cada stand que tengo,
creo que si sigo así este año llenaré los cajones vacíos de mi ropero y cama…
Pero bueno, volviendo a lo que
iba del amor publicitariamente sexual… pero antes de ir a ello, quisiera decir,
una vez más, por qué razón siempre termino mezclando las cosas con el amor, amo
mucho esa palabra y sus grandes misterios que encierra, es palabra que puede
hacer que todo cambie de una forma tan simple que hace que todo tenga valor
hasta en el detalle más insignificante y con un precio que no podría pagar
absolutamente nadie, porque su precio es infinito… Pero en fin, tengo que decir
rápido la razón por qué está el amor presente en este artículo de cuestiones
sociales o culturales, no se apuren ni se aburran, es simple: Siempre que trato
de alguna cosa termino mencionando a la persona en un ambiente determinado
donde existe la relación de una segunda y hasta tercera persona, por tanto,
esta relación social es un vínculo humano, y los vínculos humanos se dan por la
razón… y por la razón ese afecto es una muestra de amor o consideración hacia
la otra persona, o simplemente como ustedes lo quieran llamar; es decir, como a
ustedes mejor les parezca; pero lo cierto de todo esto es que es una relación
social entre dos personas humanas, entre dos animales racionales, entre dos
personas con capacidad para distinguir las cosas de diferentes maneras y de las
cuales, en su gran mayoría, se suele terminar interpretando dentro de los
códigos de ética y moral de la sociedad o la cultura en la que se crece o se
vive… y yo pienso que como seres humanos -debemos querer diferenciarnos de los
animales siempre que- buscamos ser mejores, y ser mejores no es otra cosa que hacer
lo correcto por sobre todas las cosas… y es por eso que yo digo que toda
relación humana debe estar desprendida desde el amor como una muestra,
manifestación o intento de él… si es que se quiere hacer un bien real desde la
razón que nos diferencia como seres humanos ante los demás animales, sino, pues
puede ser cualquier cosa…
Bien, ahora sí, volvamos al
asunto de la televisión y la influencia en el amor de hoy… Una de los grandes
cimientos de nuestro mundo de ideas para el futuro de nuestras vidas suele
darse en la niñez, con el ejemplo aprendido por el reflejo, ejemplar o no, de
nuestros padres… [y es por eso, que siempre digo que el amor está presente en
toda la vida humana;] pero, si no se tiene cuidado este ejemplo suele ser
contrarrestada por la primera maestra social de toda persona, “la televisión”…
y hoy más que nunca.
Listo, plasmado este
primer paso, puedo ir a lo que quería decir:
En el Perú [y quizás en muchos
otros países también sucede lo mismo], en la televisión del año que se fue,
existen tantos programas que se han dedicado a contribuir el despertar sexual
en los niños de forma inconsciente, no manifestada en actos [o quizás en
algunos cuántos casos sí], pero como un juego, porque todavía escapa a sus conocimientos
ciertas sensaciones o ciertos mensajes subliminales, esos que una persona
adulta es capaz de darse cuenta y de disfrutar como parte de la estimulación
sexual que el cerebro recibe cuando llegan esas imágenes al subconsciente, cuyo
acto de consumo se podría llamar morbo…
Entonces, sucede que gracias a
estas grandes contribuciones televisivas –me atrevo a decir con todo el descaro
y afirmación del mundo, porque no encuentro una mejor explicación cerebrada ni descerebrada
para lo que ayer pude ver en las noticias, noticia que para mí es atroz,
porque- es que ayer mientras miraba las noticias –en la televisión, como nunca,-
escuchaba y veía cómo es que los genios de los juegos Play-doh sacaron el
inocente juego de plastilina con una evidente forma de pene con el objetivo de
simular un implemento para decorar pasteles –y si asimilo la forma del juego
más lo pasteles podría hasta sacar un nuevo tema de escritura sobre el mensaje
que puede sembrar en el subconsciente sexualmente -… pero, por ahora me limito
a decir que esta aberración es posible porque con el concepto de libertad sexual
[que no es otra cosa más que libertinaje, porque escapa al respeto del derecho y
del derecho a la libertad, porque] se ha intentado desinhibir o quitar la
represión implantada a lo largo de la historia por las corrientes paternalistas
o machistas de los hipócritas conservadores, de una forma tan equivocada como
la reprimida, porque se ha pasado de un extremo a otro, violando todos los
derechos de libertad propio como el de
otros… hasta el punto de desvalorizar la profundidad de los sentimientos y
sensaciones… las que de una u otra manera han llevado a contribuir a que puedan
hacer del amor sólo una emoción, ilusión o pasión de temporada calenturienta
para llenar el vacío del deseo insaciado… por eso, pienso, que debemos tener
mucho cuidado con lo que miramos y hacemos delante de los niños, porque la
pérdida de los valores cada día se va disfrazando de normalidad, mediante el
libertinaje vestido de libertad…
Y ahora sí, me vuelvo a mi
trabajo arquelógico… y hasta otra oportunidad…
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