miércoles, 10 de diciembre de 2014

¡Qué Bien Que Está La Educación!

Con lo bien que está la educación en el Perú, deberíamos ser una potencial mundial; sin embargo, tenemos gente que anda diciendo todo lo contrario. ¡Yo no sé!, absolutamente no sé nada, ni ¿por qué lo dirán?. Tampoco estoy en la universidad, porque aunque dizque estudie es como si no lo hiciera. Por suerte, alguna vez he tenido la oportunidad de conversar con todo tipo de personas mediante letras escritas, ya que no puedo decir escrituralmente porque lo asocian simplemente al tema notarial, resultando que la falencia de escritura existe hasta en los más altos y grandes profesionales y dizque de las mejores universidades del país o de los grandes estudios en el extranjeros… Entonces, se podría decir que estamos con una excelente, prestigiosa, maravillosa educación, porque si eso significa que casi todo el mundo tiene un excelente dominio de la mala escritura, ya sea por vicio de las redes sociales o por carencia real, creo que soy ignorante o mediocre y encima, en lo absoluto, soy racista ni discriminadora porque si necesito escribir malísimo para estar al mismo nivel, en igualdad a todas las personas, quiere decir que podríamos desarrollarnos más si es que no cultivamos cultura… nuestras ciudades serían más desarrolladas con todas las cosas de última moda, tendríamos ciudades más civilizadas, pudiendo alcanzar algo que nadie nunca logró alcanzar, la unificación de los pueblos.

De estos horrores gramaticales he aprendido y vengo aprendiendo desde hace muchos años; no es nada difícil aprenderlos y mejorarlos, es fácil; lo difícil es volver a escribir bien, porque dicen que la costumbre mata al amor, a lo bello, a todo lo mejor de la vida… siempre y cuando sólo te dejes llevar por la corriente de verlo normal… y no disfrutar los misterios y detalles que puede encerrar en hacer bien las cosas… y esto sucede porque lo malo se pega rápidamente, más, mucho más que lo bueno, e incluso, hasta de una forma tan inconsciente que no nos damos cuenta y, a veces, se terminan cometiendo tantas burradas, que hacen que terminemos diciendo algo que no hemos dicho, dando como resultado algunos cuantos problemillas, desde los más insignificantes hasta algunos graves o fatales.


Pero bueno, no hablaba de mí, hablaba de la excelente educación que hoy existe en la sociedad, la que muchos a veces defienden con orgullo o con soberbia y con algunas cuántas milésimas de superioridad en sus ingresos mensuales. Bueno, a lo que iba, la educación es tan excelente que me puse a recordar las tantas correcciones a una misma palabra que significa dos cosas totalmente distintas, todo depende según cómo lo escribas... y durante muchas conversaciones, pasaba lo mismo... y al recordar eso, se me abrió la imaginación con diversos cuestionamientos que me llevaron a la respuesta final: Yo no sé; pero, ¿por qué se podría decir que la educación es tan pero tan mala? ¿Por cómo escriben? ¿Acaso no te das cuenta qué los profesores son tan lingüistas que son capaces de comprende fácilmente las nuevas lenguas de la comunicación moderna (usados en las conversaciones de Chat o mensajería de los diversos medios de comunicación escrito, las que se aplican muchas veces en el día a día) o es que la inteligencia de los alumnos es tan elevada que los profesores siente el miedo de caer en error al intentar corregir y calificar a los alumnos por esas faltas que comenten a diario en el salón de clases, en los trabajos y hasta en los exámenes, porque quizás si ellos corrigen algo que no saben cómo podrían demostrar a su alumno que están error ¿podrían estar aceptando que el alumno superó al maestro? Pero, quizás, tal vez, simplemente, sea que el maravilloso Word esté siendo bien remunerado por bien gay, perdón, Bill Gates o por quien sea su dueño, que según mi ignorancia, quizás acertada o equivocada, o simplemente sea mi suposición en la rama, que los alumnos presentan la no necesidad de conocimiento ni uso gramatical, porque para eso se hace millonario bien gay… Y puede que, quizás, simplemente, ¿los teléfonos inteligentes son tan, pero tan, inteligentes que dejan como burros o burras a las personas que los usan o poseen? –y para terminar con la respuesta a esta última pregunta, citaré a aquel poeta que según un lector de las epístolas se quejaba de todo, quizás igual que yo o quizás no… es decir, como diría Cesar Vallejo en el final de su tan maravilloso poema: Los Heraldos Negros: ¡Yo no sé! ¡Yo no sé! ¡Yo no sé! ¿Lo sabes tú?

@Macv Chávez
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